¿Qué es la factura electrónica y cómo funciona?
El CFE es un comprobante fiscal que se reporta a la DGI en tiempo real. Esta versión electrónica de las facturas tradicionales es un documento digital generado y firmado electrónicamente.
Mediante este mecanismo, se busca documentar todas las transacciones por vía electrónica. De esta manera, la administración tributaria dispondrá en tiempo real de un detalle de las operaciones realizadas entre contribuyentes. Esto implica una solución tecnológica que garantiza que la información contenida en la factura quede protegida y no pueda ser manipulada ni modificada.
La factura electrónica documentará todas las transacciones que se realicen entre empresas proveedoras, que no emitirán más boletas en papel sino que se enviarán mails con firma electrónica y datos encriptados. A su vez, el ticket electrónico registrará las ventas a los consumidores finales, de modo que el comprador en un supermercado recibirá una copia impresa del documento generado.
Se apunta a través de la utilización de esta nueva herramienta a reducir la evasión y mejorar la fiscalización impositiva. La Dirección General Impositiva recibirá online el detalle de cada factura, en el mismo momento en que el vendedor la envía al comprador. En el caso de los tickets electrónicos, debido al volumen, la información llegará a la DGI una vez al día, al final de la jornada. La implementación de este nuevo sistema conlleva una transformación total de los procesos de facturación de las empresas.
¿Qué diferencia existe entre una factura electrónica y una en papel?
Ambos tipos de factura tienen los mismos efectos y alcances desde el punto de vista fiscal. Sin embargo, la factura electrónica cuenta con elementos de seguridad superiores a la tradicional en papel. Otra importante diferencia es en cuanto a la versatilidad, ya que a diferencia de las facturas en papel, las electrónicas son creadas, enviadas y almacenadas por medios electrónicos, permitiendo ser impresas en cualquier caso que lo requiera.
Esta tecnología tiene un fuerte impacto en la eficiencia del sistema. La sustitución de la documentación física por documentación electrónica tiene considerables ventajas, por ejemplo:
- Disminución de costos operativos de la facturación y de las personas involucradas en la misma. El control y la autorización de dichos procesos también se ven favorecidos.
- Simplificación del intercambio comercial, redundando en una mejora en la velocidad y eficiencia de los negocios.
- Reducción de los controles sobre las formalidades de la documentación de operaciones, en lo que respecta a la deducibilidad en el IVA y el IRAE.
- Automatización de la facturación e integración con la contabilidad, lo que permitirá ahorro de recursos en la recepción y contabilización de la documentación.